jueves, 3 de diciembre de 2009

Querer morir a los quince años

Un chico de quince años ha intentado suicidarse. Tomando matarratas. En la calle. Solo. Tiene padre. Tiene madre. Que están divorciados y no se hablan. El chico vivía con el padre. Un día no llegó a casa. El padre pensó que estaba en casa de la madre. Pero no telefoneó para comprobarlo. Al día siguiente el chico tampoco fue a casa. Los padres no se hablan. Ni se hablaron. Alguien vio al chico en la calle tambaleándose, iniciando su viaje hacia el otro mundo. Alguien le llevó al hospital. Alguien avisó a la familia. En el hospital, los padres discutían. La culpa era del chico, que se había juntado con mala gente. El chico se salvó. No era su hora.
Esta historia es verídica. Conozco a la hermana del chico. Que está a miles de kilómetros de distancia y ya había advertido al padre del peligro. Esta historia a mí me ha dado mucho que pensar. Espero que produzca el mismo efecto en quien lea este escrito. Hay que estar muy desesperado para querer morir a los quince años.

1 comentario:

Sintagma in Blue dijo...

La falta de amor es el veneno más eficaz.