martes, 29 de diciembre de 2009

Mar y montaña

Lo que para mí era antes un desierto mar infinito e infranqueable, cuya sola visión me ahogaba, es ahora un bello y frondoso bosque cuyos árboles y arbustos me arropan y me reconfortan, y me atraen con su hermosura para que siga adelante sin mirar atrás.

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