lunes, 23 de noviembre de 2009

¿A quién le importa la edad?

He observado en mis buceos por blogs y por Facebook, que mucha gente, sin distinción de sexos, oculta su año de nacimiento. Es algo que siempre me ha sorprendido: ocultar la edad. Antes era sólo cosa de mujeres, pero ahora en que por suerte cada sexo va adquiriendo más terreno del otro, también los hombres se han apuntado a ello.
¿Por qué?, me pregunto. ¿Qué tiene de malo decir la edad? La edad está en el cerebro, no en el físico. ¡Quién pudiera ser como la neuróloga Rita Levi Montalcini, que a sus 100 años sigue en activo y dice que su cerebro le funciona mejor que cuando era joven! Y tiene la cara muy arrugada sí; pero cada arruga significa un cúmulo de experiencia adquirida con los años.
En fin, si a uno le molesta tanto decir la edad para no parecer viejo, siempre puede añadirse años y así le dirán: "¡Ah, pues qué bien te conservas!".

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